Mientras el Gobierno de Angela Merkel califica dicha ley de hito en la legislación alemana, las organizaciones de ayuda consideran que, con ella, el Gobierno transmite su desconfianza en la voluntad de los refugiados de integrarse. Nuestra corresponsal política, Laura Iglesias, considera que al presentar la ley, uno de los objetivos del ejecutivo alemán es ganar puntos ante el electorado.