La capital argentina abrió una línea telefónica gratuita para mayores de 60 años que se sientan solos y necesiten hablar con otro ser humano. La ciudad responde así al creciente fenómeno de la soledad no deseada, que afecta sobre todo a los adultos mayores, mientras también en Argentina se va perdiendo el hábito de la conversación casual y los momentos de encuentro fortuito.