El 16 de junio de 1955, poco después de las doce y media del mediodía, un desfile aéreo, previsto para ese día, se convirtió en un feroz bombardeo sobre la Casa de Gobierno y sus alrededores: dejó centenares de muertos y heridos, y provocó un acontecimiento único en la historia del país. El hecho, planeado metódicamente por la oposición política, los sectores de poder y la jerarquía eclesiástica, fue ejecutado por sectores de la Marina y de la Fuerza Aérea. Anunciaban así el golpe de Estado que meses después derrocaría a Juan Domingo Perón.