Al desvincularse de su trabajo en la biblioteca Miguel Cané, Jorge Luis Borges comenzó a dar conferencias públicas, acto que lo desafiaba a vencer su timidez y tartamudez. En ese contexto, dirigió la revista “Los anales de Buenos Aires” y publicó “El Aleph”. Tras el golpe de Estado de 1955, Borges fue nombrado director de la Biblioteca Nacional. Al poco tiempo, le detectaron la misma enfermedad en la vista que tenía su padre, y comenzó a quedarse ciego gradualmente. En los años sesenta, las clases que dictó como profesor titular de Literatura Inglesa y Norteamericana en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA fueron un nuevo aliciente para su vida y un aporte invalorable para sus alumnos.