Controvertido y polémico, Domingo F. Sarmiento ha sido tanto enaltecido como repudiado a lo largo de nuestra historia. Su figura, sus ideas y su gestión fueron analizadas por numerosos especialistas y desde diversas perspectivas. Esta vez la mirada se centra en dos ejes: el hombre de Estado y el maestro de escuela. Su concepción de la educación popular –de avanzada en su momento histórico– era bien diferente a la que plantearía Paulo Freire un siglo después; junto con su admiración hacia los países centrales, fue definitoria en su manera de pensar la nación.