Marita Verón fue secuestrada el 3 de abril de 2002 en Tucumán por una red de trata con fines de explotación sexual. Susana Trimarco, su madre, inició de inmediato una búsqueda cuyas consecuencias no podía imaginar: no pudo encontrar a su hija, pero sí desplegar un mapa preciso del funcionamiento de las redes de trata en el país y sus conexiones internacionales, y llevar a juicio a trece imputados en el secuestro de Marita. A diez años de comenzar esta lucha, Ana Cacopardo entrevista a quien ayudó a ponerle nombre a la explotación sexual y a abrir en la Argentina un debate profundo en torno a la prostitución.