Argentina cuenta con una de las centrales hidroeléctricas más poderosas del mundo. Abastecida por el río Paraná, es la principal fuente de energía eléctrica del país con un aporte de más de un tercio del volumen energético total. Por lo menos 50.000 obreros trabajaron en su construcción, que demandó 66 millones de metros cúbicos de material, equivalente a 20 manzanas céntricas de una ciudad densamente poblada.