Viene de una curva barrancosa del río Paraná, de un rincón de Argentina rodeado por Brasil y Paraguay. Viene del misterio de la selva, con sus pájaros y duendes; de la cultura guaraní, las plantaciones de yerbas y los caminos de tierra colorada. En ese universo, maduró la identidad de su obra, una música que evoca ese paisaje y al hombre que lo habita. Un encuentro memorable con Ramón Ayala y la historia de la travesía que lo exilió de su universo natal con rumbo a Buenos Aires, donde se convirtió en autor de canciones que cantó Mercedes Sosa y escuchó el Che Guevara en Sierra Maestra.