La metrología siempre ha formado parte de la vida diaria de los pueblos. En la Antigüedad, las distintas culturas calculaban sus intercambios económicos usando como patrón el propio cuerpo. Ubicaban el ejercicio del medir entre el poder de sus reyes y la fuerza de sus divinidades. Luego, la ciencia fue ajustando los números a la vida terrenal, y el avance tecnológico se encargó del resto.