El mural plasmado en el sótano de la mansión de Botana, en Don Torcuato, fue el producto de la formación y la experimentación del equipo formado por Siqueiros, los argentinos Spilimbergo, Berni y Castagnino, y el uruguayo Lázaro. Blanca Luz Brum, mujer de Siqueiros y amante de Botana, fue la musa inspiradora de la obra.