En la década de los años 50, en plena Guerra Fría entre los Estados Unidos y la Unión Soviética, apareció en el mundo un tema nuevo: el de la invasión extraterrestre. El tópico era el contacto con seres de otros planetas, en la Tierra o en el espacio. La Argentina no tenía un programa espacial ni pertenecía a ninguno de los bandos enfrentados, pero esta temática caló hondo. Y no en el cine, sino en la historieta. Oesterheld, a través de títulos como Uma-Uma, Rolo, el marciano adoptivo y, después, El Eternauta, nos mostró su visión de estos hechos.