Muñoz y Sampayo concibieron esta historieta en el exilio en 1974. Pensada para un lector extranjero –de la “historieta de autor”, adulta, consolidada en Francia e Italia–, esta desarrolló una temática inusual para el cómic de la época: el género negro, el policial de raíz norteamericana con enclave en la novela y el cine.
