Podría pensarse que, en las sociedades urbanas, los niveles de seguridad alimentaria son altos. Y en un sentido es así: hay agua potable y alimentos industrializados controlados. O alimentos frescos que, antes de llegar a casa, pasaron por algún proceso de control. Sin embargo, a juzgar por las miles de infecciones que se producen cada año, estas medidas no son suficientes.