Su aporte en la escena artística fue mucho más que una carrera musical. Participó del Movimiento del Nuevo Cancionero, que revolucionó el folclore musical; divulgó la música de artistas como Víctor Jara, Pablo Milanés y otros; propuso un nuevo universo sonoro y facilitó el encuentro de géneros como el rock y el folclore; puso en su voz las esperanzas y el pensamiento de millones de argentinos. Su historia, sus ideas y su manera de hacer música la consagraron como la voz de Latinoamérica.