En la década de los ochenta, se descubrió el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) como agente de la epidemia de SIDA. Si bien los avances de la medicina nos acercan a mayor información y nos permiten pensar en tratamientos más efectivos contra la enfermedad, la epidemia continúa creciendo. Según los especialistas, lo relevante continúa siendo la prevención.