Ezequiel Rochistein, hasta hace poco tiempo, trabajaba en la Fuerza Aérea donde lo había recomendado su apropiador. Victoria Montenegro desapareció junto a sus padres a los 13 días de haber nacido. A pesar de su evidente apariencia norteña, sus apropiadores la convencieron de que era descendiente de alemanes del norte. Dos historias, dos personas que hoy pueden decir “acá estamos”.