A Turu se le pega una canción y no es capaz de cantar ninguna otra. Ritmo y Compás intentan ensayar con ella, pero resulta imposible. Turu va por la granja cantando, obsesionada con la misma canción. A Ritmo y Compás se les ocurre componer una aún más pegadiza y así consiguen recuperar a Turu.