En Aragón hay muchos pueblos vacíos, o casi vacíos, y los motivos que llevaron a sus habitantes a abandonar sus casas son muy variados. También son muy variadas las razones que han hecho que estos vecinos nunca se desligaran por completo de sus pueblos y siempre hayan vuelto al lugar donde nacieron, ellos o sus familias, y donde vivieron su infancia y juventud.