Hace décadas una calle de Vigo fue testigo del momento en que Mario Vaquerizo le declaró su amor a Alaska, y desde entonces Mario y la ciudad olívica se aman con intensidad. Esta y otras historias divertidas vividas en la ría gallega más poblada van a servir para completar un retrato divertido y bastante inédito de uno de los personajes populares más queridos del público español.