Aragón es y ha sido tierra de pastores. Desde los Pirineos hasta las sierras turolenses, las construcciones vinculadas al mundo ganadero se encuentran diseminadas por toda la geografía. Corrales, apriscos, mallatas o masías, en mejor o peor estado de conservación, que narran la historia de todo un territorio. ‘Tempero’ se pierde por los paisajes aragoneses en busca del patrimonio pastoril. Centenares de construcciones que en su día facilitaron las tareas trashumantes de pastores y ganaderos.