Dionís va a sembrar unos guisantes que le servirán como cubierta vegetal, así que decide llevar a cabo esta labor con una abonadora. Bea está preocupada porque tiene a una de sus vacas a punto de parir, pero no es una vaca cualquiera, si no la que tuvo un aborto el año pasado. Josema tiene que llenar la abonadora pero el saco del abono no tiene la apertura que requiere, así que lo calcula a ojo de buen cubero.