Sope tiene un sueño, y es una incubadora para pollos. Lo cuenta mientras da de comer a sus gallinas, orgulloso de los huevos que recoge. Bea tiene una recién nacida de la que le preocupan las heces, aunque en cuanto a vitalidad no parece tener problemas. Judit inicia el camino hacia Altorricón con sus ovejas preñadas, pero antes hay que encerrar a las que no lo están.