Ruy ha sido víctima de la trampa de los tres vagabundos. Los soldados le llevan preso al castillo del Conde de Alcocer. Este cree la versión de los hechos que le da Ruy y le invita a pasar unos días en el castillo como invitado. A cambio, el Conde le pide un favor: quiere que el valiente Ruy enseñe a luchar a su hijo Froilán.