Durante el S. XIX se dio en Inglaterra un progreso tecnológico rápido y espectacular que se llamó Revolución Industrial. Esta revolución se basó sobre todo en un gran invento, cómo no, del Will de la época: la máquina de vapor. Con algunas modificaciones, fue aplicada a los trenes, a los barcos, a los telares mecánicos... y sustituyó al hombre y a los animales en algunos duros trabajos. Sin embargo, los problemas no tardan en aparecer: mientras los obreros se quejan de que trabajan en malas condiciones, los patronos consideran que todavía tienen que producir más. Con motivo de una gran exposición organizada para mostrar los nuevos adelantos técnicos, Mac Cotton, antepasado de Mac, comprobará que algunas de esas máquinas aún no funcionan todo lo bien que sería deseable. La gran sorpresa de la exposición la darán unos chavales que inventan algo que no necesita ninguna máquina de vapor: el fútbol. Este juego calará hondo entre los obreros ingleses, que lo utilizarán para