Nuestro amigo Mic aterriza en la India y descubre, que aunque allá ya se practica el fútbol, la naturaleza pacífica de los hindúes lo ha convertido en un juego algo insulso y monótono, sin grandes emociones. La mayoría de los partidos acababa sin goles, de modo que los antiguos hindúes inventaron un signo para representar el cero en los marcadores. Y no encontraron otro más apropiado que un círculo, fijándose en los bostezos de los espectadores. Sin embargo, en el siglo XVI llegó la época dorada del fútbol en la India con la proclamación del príncipe Akbar como emperador. Ejemplo de tolerancia, Akbar encontró en el fútbol el mejor medio para integrar las diferentes razas y culturas de su pueblo. Así, para conseguir que los miembros de castas diferentes jugasen juntos en un mismo equipo, encargó a cada jugador una tarea distinta en el terreno de juego: portero, defensa, centrocampista o delantero. Entusiasmado con el nuevo fútbol, Akbar organizó un campeonato en cuya final se e