A finales del siglo VIII los feroces vikingos devastaban las costas europeas. Odín, Thor y Loki eran algunos de sus dioses, que estaban muy presentes en sus vidas. Golaf, uno de los jefes vikingos, llevaba a cabo una incursión contra un pueblecito, aparentemente indefenso cuando sufrió una sorprendente y aparatosa derrota... ¡en un partido de fútbol!.