Quiero vivir en la playa
PARA TODOS LOS PÚBLICOS. El arrojo de los compradores, que aspiran a alzar su vida a un nuevo nivel, su alegría contenida ante la perspectiva de conseguir su sueño y su profunda desesperanza si el presupuesto no les permite acceder a él serían sin duda lo más emocionante de ‘Quiero vivir en la playa’, si no fuera por la permanente exhibición de maravillosas propiedades frente al mar que se localizan en zonas costeras y que harán que a quienes siempre han deseado vivir en la playa se les escape algún suspiro y, quizá, una lagrima.