Piel de otoño
Con el amor y el apoyo incondicional de Lucía, su marido Ramón ha progresado en su trabajo hasta lograr una excelente posición. Sus hijos Liliana y Miguel Ángel fueron a las mejores escuelas y nunca han sentido las carencias que sufrieron sus padres al inicio de su matrimonio. Sin embargo, Lucía no es feliz; Ramón se ha vuelto materialista y cruel. Constantemente la humilla y ha hecho que sus hijos le pierdan el respeto. Liliana es consentida y caprichosa, persigue a su novio hasta España, donde se queda embarazada y su novio la abandona. Guardando el secreto de su maternidad, Liliana deja a su hija Natalia a cargo de unas monjas y regresa a México, donde llega a robar dinero a su padre para mantener a su hija. Miguel Ángel, por su parte, es irresponsable y cree que se lo merece todo. Lucía se ha convertido en una sombra, un ser inseguro y triste que ya no sabe dónde quedaron sus sueños. Sus únicos momentos de alegría son cuando, a solas frente a su ordenador, abre su corazón a un a