Perdido, vendido

Perder alguno de nuestros más preciados bienes puede suponer una tragedia para sus dueños, pero también una segunda oportunidad para avispados expertos en el arte de las subastas y las pujas. ¿Qué sucede con los equipajes no reclamados que se quedan en aeropuertos y estaciones de tren? ¿Quién se queda con las maletas que años después permanecen ocultas en almacenes remotos, muy lejos del que era su destino original?