Las tontas no van al cielo
Candy va a casarse con Patricio, su amor de toda la vida. Pero en la despedida de soltero, Patricio se acuesta con Alicia, la hermana de Candy. La boda transcurre sin incidentes hasta que Candy descubre a Patricio y Alicia besandose. Rota de dolor, Candy se muda a Guadalajara a vivir con su tío Meño y hace creer a todos que está muerta. Alicia y Candy siempre han tenido una relación muy difícil entre ellas por un accidente que ocurrió en su infancia. Entre tanto Santiago es un cirujano plástico que está casado con Paulina. Paulina se queda embarazada y no quiere dejar su trabajo por lo que cuando da a luz de su hija los abandona y se va a trabajar a Nueva york. Santiago asiste a la boda de Candy y Patricio porque éste ha sido paciente suyo. Siete años despúes Santiago monta una clínica en el mismo edificio en el que trabaja Candy. Al principio no se llevan muy bien pero poco a poco el amor va aflorando entre los dos pero Santiago tiene novia, Marissa, una mujer muy fría y calculadora.