La herencia
En una próspera hacienda aguacatera llamada “Santa Catalina”, crecieron los cinco hijos adoptados de Catalina Arango y de Don Severiano del Monte: Juan, Pedro, Mateo, Simón y Lucas. Don Severiano, reúne a sus hijos para comunicarles su decisión: su hijo Juan será el director del Corporativo. Así mismo, la única hija sanguínea de Severiano, Sara Del Monte Portillo, lucha por abrirse camino en un mudo de hombres. Tras la muerte de su padre, ella está dispuesta a obtener la parte de la herencia que le corresponde. Todo se complica más, porque el testamento cuenta con una cláusula de condición suspensiva que obliga a los seis hermanos a vivir juntos durante un año en la Hacienda, o de lo contrario, todo pasara a una institución benéfica. Además de que otorga a Sara, su derecho a participar en los negocios del Corporativo Del Monte.