Los problemas económicos del tío de Marta, Higinio, hacen que ella robe una peseta en La Moderna, mientras Antonia se confiesa frente a la foto de su difunto marido Ramón, lo mucho que esta joven la está marcando. Sin embargo, los ímpetus de rebeldía de la enérgica Matilde la llevan a comentar a sus compañeras, sus quejas con respecto al distinto trato laboral que reciben hombres y mujeres en el establecimiento donde trabajan. Y enfrente del Salón de té, en el despacho de don Jaime, las diferencias entre las posturas de doña Carla y él persisten a causa de la propuesta hotelera de Balbín, y es por ello por lo que quizás Carla podría estar empezando a plantearse tener un hijo suyo. Un asunto, el de los hoteles, del que igual su gerente Íñigo también tendrá que dar cuentas.