Nuevo capítulo y nuevo hogar para los Garcés tras conseguir que don Braulio les alquile su casa en la parte baja de la corrala. Con ya un techo para su familia, Matilde se siente más aliviada para acercarse a Íñigo, lo que despertará la inquina en doña Carla que hará por saber de esta joven, a quien el destino vinculó con don Jaime, puesto que, en un desafortunado accidente de coche, el padre de Matilde falleció cuando ella era una incipiente adolescente. Además, don Jaime tendrá la necesidad de que su gerente Íñigo contrate a un inspector privado para averiguar que fue de la familia a quien dejó sin su principal soporte, y, como dueño de la galería donde se ubica La Moderna, Balbín le ofrecerá una cuantiosa cantidad de dinero para que transforme este lugar en una zona hotelera.