Diego le confiesa a Rocío que ha seguido viendo a Alicia. Ella le propone mantener las apariencias y la coartada mientras dure la investigación. La forense ha averiguado que la sangre que había en la casa de Alicia no era de la chica sino de Moisés. Este dato gira de nuevo el caso hacia una nueva dirección. Es posible que Alicia siga viva. Sara, pese a no estar ya en la Guardia Civil, se inmiscuye en la investigación yendo siempre un paso por delante. Cuando Mario ya está más recuperado, decide interrogarlo de nuevo: todo apunta a que quien está detrás de todo esto es Duarte, pero ¿quién es Duarte? Mario no lo sabe. Solo le vio una vez hace 12 años. Solo el hecho de recordar ese momento desestabiliza a Mario.