Isabel, atemorizada y hundida por las amenazas recibidas, no sabe con quién casarse: el Duque de Guyena o Fernando de Aragón. Los dos son de la misma edad. El francés le garantiza evitar más tensiones con su hermano el rey, que la responsabilizaría, en caso de negarse, de una nueva guerra. Mientras tanto, Gonzalo Fernández de Córdoba sigue suspirando por ella y Pacheco trama nuevas conspiraciones para seguir manejando monarcas y nobles a su antojo.