Tras la misteriosa devolución de los cuadros robados del museo la Comisaria da el caso del robo por zanjado. Pero el inspector Valle, que cree que hay algo más, decide seguir investigando a sus espaldas. Ni siquiera sus problemas familiares; su suegra está tratando de quitarle la custodia de sus hijos, frenan las ansias de Valle por atrapar a los ladrones. Sus pesquisas le llevarán a destapar el verdadero robo cometido por la banda de Mario Pastor. Mientras, los ladrones preparan un nuevo robo; un violín stradivarius que solo pasará venticuatro horas en España. Por si las dificultades del robo no fueran suficientes la banda se topa con un problema más; la empresa que les hace de tapadera va a ser sometida a una inspección fiscal. Y todo esto, justo el día en que el hijo de Mario cumple siete años.