Teruel, ciudad mudéjar por excelencia, es el fruto de la fusión de elementos árabes y cristianos que dan su origen a un estilo propio. Esta arquitectura es la encargada de acoger el inicio de este capítulo y donde Ainara recorre sus calles y visita los lugares más emblemáticos. Desde Teruel, se dirige hacia Mora de Rubielos para desviarse hacia el anillo del Maestrazgo y Morella, pero antes conoce el mundo del cultivo y recolección de la trufa negra. Desde Mora de Rubielos, y de camino por el anillo del Maestrazgo, pasa por Rubielos de Mora y Linares de Mora, y con un puerto muy exigente, llega al final de la primera etapa del capítulo con destino al Mas de Cebrián. Ainara sigue el anillo del Maestrazgo en dirección al anillo de Morella donde después de atravesar el puente gótico de La Pobla del Ballestar llega a La Iglesuela del Cid. Después de un largo recorrido, llega a Morella, punto clave que cubría el paso de Aragón y Valencia y capital de la comarca Els Ports.