A principios de mayo, los animales desde México hasta Perú y tan al oeste como las Islas Galápagos viven sus dramas diarios. Las tortugas gigantes se calientan para una migración épica, los titíes cabeciblancos duermen hasta tarde para evitar a los depredadores nocturnos y los pingüinos de Humboldt parten para expediciones de pesca diarias. Mientras que el sol del mediodía amenaza con secar los huevos de la rana venenosa dorada, las iguanas marinas cuentan con su calor para recalentarse después de buscar algas bajo las olas. Al final de la tarde, una extraña masa se queda varada en México antes de que todos regresen a sus hogares en preparación para otra noche escondiéndose de los depredadores.