Una de las cosas que definen a los países desarrollados es que tienen un buen transporte. Y España, en los años 50, quería ser un país desarrollado. Así que nos pusimos a buscar el progreso moviéndonos de aquí para allá. Desde que en 1955 en España se matricularan 68.000 automóviles, mucho han cambiado las cosas. El tren bajó su popularidad para volver a convertirse en el futuro gracias al AVE. La bicicleta pasó del campo a la ciudad y de ser un juguete a presentarse como la alternativa sostenible a tanta polución y problema de tráfico. Los aviones dejaron de ser un lujo para convertirse en autobuses con alas. Moverse hoy por España es más fácil que hace 50 años. Pero por el camino hemos aprendido a pagar peajes, a tener que buscar aparcamiento y a sufrir las consecuencias de tanto tubo de escape en la calidad del aire de nuestras ciudades. El capítulo repasa cómo han cambiado nuestros desplazamientos. Taxistas, camioneros, guardi