Han resistido ante la adversidad, o al menos lo intentan día a día. Son auténticos luchadores que se niegan a tirar la toalla en sus negocios, a salir de casa a pesar de que tenga "muchos novios" y les presionen para irse, que permanecen en el pueblo aunque apenas quede ya gente o que intentan que se reconozca que un medicamento les ha destrozado la vida. No dejan de luchar, son "los que resisten".