Una pequeña ciudad perdida en el corazón de las montañas de Etiopía, Lalibela ha atraído a decenas de miles de peregrinos ortodoxos cada año durante los últimos 800 años. Vienen a meditar en una de las 12 iglesias excavadas en la roca, catalogadas como patrimonio mundial por la UNESCO. Hasta ahora, los orígenes de estas iglesias monolíticas estaban envueltos en leyendas. Sin embargo, los arqueólogos ahora brindan una perspectiva más científica, aunque menos poética, sobre la historia de este lugar sagrado.