Terminada la Primera Guerra Mundial, se desmoronan los Imperios y sobre sus restos los países vencedores diseñan un nuevo orden mundial en el Tratado de Versalles, que no conforma a todos. De las heridas no cerradas surgen nacionalismos y gobiernos totalitarios que van a gestar un nuevo Apocalipsis. 11 de noviembre de 1918. Cuando termina la Primera Guerra Mundial, los sobrevivientes se dan cuenta de que el mundo de ayer se ha ido para siempre. Los vencedores imponen a los vencidos la firma de la paz en el Tratado de Versalles. En Europa, África y Asia se forman nuevas naciones, algunas surgidas del conflicto. Las sociedades tratan de recuperarse de tanta muerte y devastación, y en pocos años, de las heridas no cerradas, brotan odios, miedos y resentimientos que dan origen a nacionalismos y formas de gobierno totalitarias que van a gestar un nuevo Apocalipsis.