Cuando la ruina amenaza sobre la Casa Grande, Lobo se recupera de su coma y diseña un plan para recuperar su poder, pero el pueblo se levanta en armas y obliga al Ejército a intervenir.En su duelo con César, Lobo resulta gravemente herido. El pueblo, por primera vez en muchos años, se siente liberado y comienza a respirar esperanza. En Casa Grande, sin embargo, el ambiente es el contrario: desde que Aníbal se marchó y la hacienda quedó bajo el mandato de Sebastián la familia se está arruinando.