Los caminos de Ali y del Piloto se vuelven a cruzar obra y gracia de su enemistad mutua con Takachi que sólo cuenta con el respaldo de Uygar. Samim y él ven en esta amistad la posibilidad de matar dos pájaros de un tiro, deshacerse de Ali para siempre y quedarse al frente de los negocios mafiosos de la zona. Por su parte, Sevda se mantiene firma en su propósito de alejar al Maestro de Takachi.