En la mansión no ven con buenos ojos que Dila haya llevado allí a la niña sin consentimiento, pero Günes insiste que fue de forma voluntaria. Las amenazas de Dila aún pesan sobre ella. Tras lo sucedido y con la pequeña ya a salvo, Firat le ofrece una salida a Dila lejos de todos y de todos, pero solo en su mano estará el aceptarla o rechazarla.