El pasado 6 de abril se cumplieron seis años del terremoto de 6,3 grados en la escala Richter que sacudió la ciudad italiana de L’Aquila -capital de la región Abruzos- y se llevó la vida de más de 300 personas. La belleza del corazón de la ciudad quedó reducida a un montón de ruinas, escombros y edificios destruidos. Hoy, seis años después, ese centro histórico continúa siendo un lugar fantasma y La reconstrucción total de la ciudad tarda demasiado tiempo en llegar.