Después de estudiar arquitectura en Sevilla, César Moruno decidió volver a Extremadura y buscar otras opciones laborales orientadas a sus aficiones. Su espíritu emprendedor le llevó a abrir una tienda en Mérida dedicada al ocio alternativo con un sinfín de actividades y eventos para los amantes de los cómics y los juegos de mesa. Además, cuando el trabajo se lo permite, practica la pesca, una afición que le transmitió su padre. La familia de Álvaro Frutos procede de Montemolín, al sur de Badajoz. Un día, sus padres decidieron poner rumbo a Sevilla para comenzar una nueva vida. Allí, este joven de sangre extremeña, comenzó humildemente a subirse a los escenarios sin más aspiración que la de hacerlo para amigos y familiares. Hoy día vive en Barcelona y es uno de los nombres más significativos de la danza nacional. Álvaro ha recorrido Europa y América presentando sus propias creaciones. Montaña Montero, hija de emigrantes extremeños, nació en Holanda, aunque su educación fue íntegrament