Calzada de leñadores y vecinos, de pastores y ejércitos. El Lince con Botas desearía poseer, como los elfos de Tolkien, como los propios árboles, la magia de domar el tiempo y retardar su avance para quedarse en el bosque y, como un niño, repasar lentamente sus arcanos. ¿Pervivirán en el futuro plantas y remedios como los hallados en el castañar?