Mendoza tiene un clima desértico. Desde los huarpes este ha sido combatido para poder transformar la nada en un oasis productivo La historia de esta provincia es entonces un relato de perseverancia y esfuerzo, acompañada de la ingeniería de diques, lagos y reservas que no siempre son suficientes o aprovechados equitativamente. La problemática del agua en Mendoza se cuenta desde la vivencia de su necesidad y el testimonio de quienes estudian la optimización de sus usos, atendiendo no solo al presente sino también al futuro.