Cada 5 y 6 de enero, el barrio Cambacuá, en la Provincia de Corrientes, se convierte en fiesta para homenajear al rey negro, San Baltazar. Una congregación recorre las calles de esa localidad cuyo nombre significa “cueva de negros”. La cofradía, encabezada por la familia Caballero, reaviva y contagia el vínculo con sus raíces africanas. Durante esos días, el chamamé le da paso al ritmo del candombe. Esa noche, la sangría reemplaza al tereré.